Ayer miércoles 5 de octubre, los trabajadores y trabajadoras con sede en Torre Sevilla, nos volvimos a encontrar con los fantasmas del control y el estado policial. Al entrar en el office de la planta 9, nos llevamos una desagradable sorpresa al ver de nuevo uno de los tornos que se usaban en Estadio Olímpico para entrar y salir del office, aun no instalado. Todos y todas teníamos la esperanza de que el cambio a esta sede, más moderna, traería algo de aire fresco a las ideas de la dirección sobre el modo de trabajar en esta empresa.
La presencia de ese torno en Torre Sevilla solo es la demostración de que nada ha cambiado en ese aspecto, de que a pesar de las apariencias, la idea del trabajador pegado a una silla y mirando al frente es la que gana. La demostración de que los que trabajamos en esta empresa debemos pagar con tiempo ese café que en muchas ocasiones ha servido para despejar la mente y a la vuelta haber encontrado la solución de ese problema. La demostración de que la alta dirección no confía en los JP y RP, de que lo importante no es si el trabajo está hecho, sino que el trabajador haya estado sentado todo el tiempo, toda la jornada. Estas medidas, no han supuesto una mejora ni en la producción, ni en los beneficios. Al menos por lo argumentado en las cartas de despidos, cuentas anuales y testificaciones judiciales.
Los comentarios de muchos y muchas no han tardado en escucharse, llegando siempre a la misma conclusión:
«La empresa no confía en sus trabajadores»
Se vuelve a primar el presencialismo frente a la productividad, las barreras frente a la flexibilidad y la conciliación. Creemos que se equivocan.
Los delegados de tu sección sindical de UGT en Ayesa AT haremos llegar por escrito esta queja a la dirección de la empresa, en este caso en nombre de todas y todos los que trabajamos en Torre Sevilla.